Monday, June 02, 2008

Participación y Capital Social Constante y Variable: hacia puentes que unan lo institucional y con lo social generando Gobernanza.


Según Esteban Valenzuela[i], existen múltiples limitaciones a la acción y gestión de los municipios provocadas por el centralismo estatal y que obligan a coordinarse con otros entes o buscar vías alternativas para poder actuar: paralelismo de esfuerzos y funciones, desprecio por la identidad local, retraso en inversiones, desincentivo de la creatividad y de proyectos a largo plazo, falta de poder y de recursos municipales.
“Definitivamente los municipios no tienen el poder en la comuna, tan sólo en una parte. Teóricamente no importa quien tiene el poder, lo que es esencial es el desarrollo de un territorio, Sin embargo, la necesidad de impulsar planes y políticas requiere que exista ese poder local, Si no hay poder local, se desaprovechan oportunidades y hay deterioro de la calidad de la vida (...) Alguien debe gobernar y ejercer el gobierno en procura del bien común para eliminar desequilibrios. (...)El municipio debe ser el impulsor y cabeza de una red de gobierno local que incluya a las agencias del estado central en la región, fuerzas sociales y privadas. Alguien debe coordinar y ejercer su legitimidad para ordenar la acción colectiva en el territorio. Entenderse como la cabeza de esta red con múltiples actores con poder, lo que implica conversación y negociación múltiple es la única opción para que el municipio no quede atrapado en los límites de sus competencias y en la sempiterna letanía contra el centralismo”[ii]
Si bien estamos de acuerdo con Valenzuela respecto a las limitaciones que impone el Estado Central para la gestión local, no lo estamos tanto con la forma de desarrollar gestión por parte de los municipios en la actualidad. Pues la participación de la Sociedad Civil podría transformarse en un decorado para seguir “gatopardeando” las realidades locales y “desarrollar” los procesos de acumulación que se dan en los territorios locales.[iii]
Como vemos hay un vacío en los procesos de planificación local por parte de los modelos globales y sectoriales que no permiten la participación sustantiva. Ya que su énfasis está dado en generar condiciones Gobernabilidad más que Gobernanza. ¿pero, qué es Gobernanza?
“Claramente, la participación, si se rige por su lógica natural, conduce a crear una red de poder y un tipo de regulación que no sólo inestabiliza la gobernabilidad del sistema político establecido, sino que tiende a crear otro paralelo o alternativo que, más temprano que tarde tenderá a exigir un cambio estructural. Una vez que se instala y crece, el subsistema de participación torna obsoleta la gobernabilidad y promueve una disciplina ciudadana distinta a la del Estado de Derecho: aquella que basada en la dinámica social, promueve la construcción de poder (empowerment) ciudadano y la reconstrucción del Derecho y del Estado. ¿Cómo denominar a esta forma distinta de regulación o disciplina? Desde 1990, la tendencia es llamarla Gobernanza[iv]
Pero para explicar Gobernanza debemos hablar primero de capital social. Según Cristián Gumucio[v] el concepto de capital social puede ser visto desde una doble perspectiva:
a. Como el conjunto de recursos que tiene un individuo inserto en un conjunto de redes sociales a fin de obtener beneficios que mejoren su situación económica y social (Coleman, 1988). Lo que enfatiza una visión que tiene como fundamento el análisis de los factores que posibilitan la movilidad social ascendente. El capital social es entonces una “inversión” de parte de las personas y las familias: inversión en recursos que provee la estructura social para alcanzar sus intereses.
b. Como un recurso de una determinada comunidad (micro o macro) fundado en la existencia de organizaciones e instituciones mediadoras que posibilitan un esfuerzo conjunto y vehiculizan la movilización de sus miembros en función de objetivos comunes (Putnam,1994,1995).
Para este autor “estas perspectivas no siempre son coincidentes, como es de suponer, dado que la primera enfatiza una opción individual y el análisis se centra en la teoría de la movilidad social, en tanto que la otra focaliza su atención en el esfuerzo mancomunado de grupos y comunidades por la obtención de objetivos colectivos[vi]”.
Según Gumucio “el concepto alude, en la mayoría de los casos, a las redes sociales, las relaciones de confianza, y las asociaciones y/o instituciones que conforman un determinado tejido social: es decir, la forma cómo individuos y/o comunidades se insertan y participan en dichas estructuras interrelacionales y cómo ese tipo de inserción redunda en la obtención de oportunidades para la acción individual o colectiva”.
Otra dificultad conceptual para este autor dice relación con la “recarga” semántica del concepto. Se ha criticado a Putnam y sus seguidores (Portes 1996), dado que:
· Primero, se afirma que es necesario superar la tautología que significa suponer que el capital social es propio de la mayor existencia de civismo y de organizaciones cívicas y de que éste conduce a una sociedad sana cívicamente hablando; y
· Segundo, es necesario reconocer que el capital social debe ser analizado como factor neutro: también existe capital social en un conjunto de acciones individuales o colectivas que no conducen necesariamente al “bien común”: por ejemplo el capital social de asociaciones delictivas, de grupos de narcotraficantes, o el factor capital social y su intervención en acciones de corrupción (Portes y Landlot, 1996)[vii].
Para Salazar la participación de la ciudadanía en el diseño o ejecución de las políticas públicas no es un resultado fácil de conseguir. Para este autor la participación se produce o no se produce, no tiene sucedáneos; pues esta dependería de que el contexto estructural, de por sí, avance de modo consistente en esa misma dirección. Para éste autor la instalación efectiva de participación ciudadana requiere, así de la confluencia de dos precondiciones históricas, una social y otra estructural.
“El capital social puede constituirse a sí mismo de diversos modos. Puede, por ejemplo, articularse como energía social libre o en estado de espontaneidad, sin hallarse acumulado en términos de tradición o precondición participativa, entonces cabría hablar de capital social constante. Si no se acumula de ese modo y permanece como energía libre, podría hablarse, entonces de capital social variable”[viii]
Según Salazar existirían tres tipos de Gobernanza.
Gobernanza I sería aquella que se promueve según la lógica de la gobernabilidad, pero no desde la lógica del capital social, más por interés táctico del Estado que por un interés estratégico de la sociedad civil; limitando de esta manera el subsistema de participación a la interacción local entre las autoridades municipales, las agencias ejecutoras y las organizaciones de pobres beneficiarios.
“Gobernanza I es definible como un perfeccionamiento o modernización de la gobernabilidad en términos de acercar la autoridad a la gente, de aumentar el involucramiento civil, la transparencia de las políticas públicas, el incremento de la eficacia y ensanchamiento de la legitimidad global del sistema(...) potencia el capital social constante de la masa popular, pero sólo para que produzca un excedente o surplus que será luego estatizado (o expropiado, en beneficio histórico de la estabilidad global del sistema. Es una exacción de plusvalía (aquí para uso político) ...”[ix]
Gobernanza II, por el contrario, no se desprendería de la función de gobernabilidad, sino del despliegue histórico del capital social en todas sus formas.
“Aunque puede comenzar en la lucha de los pobres por su sobrevivencia, su acción reguladora se extiende más allá, incluyendo los movimientos sociales que luchan contra los factores globales generadores de pobreza y de las otras plagas de la sociedad. (...) No promueve la modernización del Estado o del Mercado, sino la socialización de ambos. Ni respeta por principio las leyes del mercado porque, también por principio, respeta los Derechos Humanos que demandan construir socialmente la propia realidad. Implica reconstruir los subsistemas de representación y de negociación a partir de la hegemonía legislativa de la sociedad civil. Implica también reconocer y desarrollar el saber social a la par o por sobre el saber académico, consultorial o político. Por último, no implica concentrar o desconcentrar el mismo poder, sino que construirlo, distribuirlo y densificarlo en el ámbito de las redes asociativas de la civilidad; refuncionalizandolo, refundando y subsumiendo en él a todas las clases políticas”[x]
Salazar plantea así mismo que entre estas dos visiones de Gobernanza estarían en pugna y serían excluyentes, reactualizando un viejo dilema de los 60s cuando se evidenció el colapso del desarrollo dependiente: Reforma o Revolución, socialismo o fascismo. Y que para morigerar esta confrontación que se mueve en la lógica de “salidas de fuerza”, se estaría buscando conceptos y fórmulas omniabarcadoras que permitan promover consensos y plazos más largos, de ahí que se hable –en términos teóricos- de una Gobernanza que integre y funde los dos tipos históricos descritos con anterioridad y esta sería la Gobernanza III.
“La Gobernanza III se define, fundamentalmente, como una relación global entre el Estado y la sociedad civil. Es decir como una relación al interior de una estructura constituida por dos entidades prexistentes.(...) Debe tenerse presente que, si bien el Estado no puede ni debe hacer más que lo que ha sido normado para él, la sociedad civil debe hacer lo que está normado pero puede hacer algo más que eso. (...) En el fondo lo que se busca a través de la Gobernanza es, en este caso, impedir que la brecha existente entre el rigor mortis de la institucionalidad y la historicidad de la sociedad civil se incremente en niveles peligrosos para el Estado y frustrante para aquella”[xi]
Gobernanza- y lo dice Salazar citando a Patricia McCarney- se refiere por lo tanto a la relación entre la sociedad civil y el Estado, entre gobernantes y gobernados, entre el Gobierno y lo gobernado. Es central a esta relación la idea de credibilidad respecto a los políticos. Y los caminos para incrementar la credibilidad y la legitimación del Gobierno pasan por incrementar la responsabilidad hacia abajo, la transparencia, la participación real, el empoderamiento de los grupos de componentes de la sociedad civil y las consultas ciudadanas.
Podríamos decir que esta definición teórica es una difícil mezcla entre la legitimación de un Estado Neoliberal y la necesidad de transformación radical de la realidad y de las condiciones de vida objetivas de la población. Como dice Salazar, la Gobernanza III se mueve en el filo del punto de Huntington, o podríamos decir ni tanta democracia, ni tanta gobernabilidad.
En este aspecto la Planificación Estratégica Situacional[xii] (PES) y su acento en responder a contingencias sociales a través de agendas políticas en construcción, nos permitiría a juicio nuestro, mejorar la gestión municipal en el espacio local en las actuales condiciones históricas objetivas, claro que tratando de desarrollarse bajo el amparo teórico del concepto de Gobernanza II y Gobernanza III.
Ya que a diferencia del modelo global de planificación que establece una relación entre las normas de acción y objetivos operacionales que rigidizan la gestión; la PES permite que los contextos (que son caracterizados por los actores sociales) establezcan las normas de acción y los objetivos operacionales, que permite una condición más dinámica y flexible para la gestión local y para la construcción y transformación de la realidad.
Si el movimiento pendular de las “gobernanzas” y “gobernabilidades” en términos teóricos y tácticos es la imposición y tensión estructural del poder del Estado en los espacios locales. La PES podría servir como elemento que permita desarrollar capital social (constante y variable) en los territorios locales; eso sí utilizando instrumentos o herramientas que tiendan a la participación ciudadana sustantiva más que a la funcional, podría ayudar de alguna manera a abrir ventanas para que los sujetos sociales puedan constituirse en un sujeto político capaz de rearticular el campo popular.
En este contexto planteamos el siguiente esquema explicativo[xiii] para la articulación del capital social comunitario (Constante y Variable) como una herramienta para la participación ciudadana sustantiva que pueda ir construyendo acciones políticas que incidan en el gobierno local.


Creemos que la articulación del capital social comunitario variable y constante -enmarcado en el mayor o menor control y/o conducción técnico-político de la participación ciudadana para la acción social y política- podría generar los siguientes escenarios o situaciones:
1. Un control especulativo: Aquí la participación puede ser nula o simulada, con un claro rasgo vertical en los procesos de planificación, donde no existiría un reconocimiento del capital social, generando un escenario de control y de especulación con fines netamente electorales, manteniendo el statu quo. Son espacios determinados y controlados para generar Gobernanza I.
2. Reproducción Vegetativa: Aquí la participación se da en los niveles informativos y funcionales, que si bien se reconoce las redes de cooperación y reciprocidad estas son instrumentalizadas en los procesos de planificación con el fin de implementar un proyecto político-social e instalación de políticas sociales sin considerar la participación sustantiva de la población. Son espacios determinados y controlados para generar Gobernanza I y III.
3. Acumulación: Aquí existiría una situación de reconocimiento de las redes de cooperación y reciprocidad, pero a la vez implementando una estrategia educativa para la participación, en la cual se articule las experiencias históricas de organización y la construcción de demandas y agendas para desarrollar procesos de planificación participativa en el espacio local. De parte del gobierno local existiría un proceso de conducción técnico político mas que de control de la participación, existe la posibilidad de articular lo técnico-político con social para la conformación de un proyecto político consensuado y de desarrollo local que responda a las necesidades y problemáticas de los habitantes y actores del territorio. Son espacios en los cuales se pueden generar Gobernanza II y III.
4. Transformación: Aquí nos referimos a un escenario en el cual, tras el proceso de acumulación, la construcción del proyecto político consensuado y de desarrollo local, se procede a la transformación de las situaciones de desigualdad a través de un proceso participativo en el cual tanto los agentes del gobierno local como los sujetos que se han ido conformando en el proceso, coordinadamente y a través del dialogo van decidiendo el destino de los recursos para la satisfacción de las necesidades y el desarrollo local transformando las estructuras sociales, económicas, políticas e institucionales del territorio. Son espacios en que se puede generar Gobernanza II.
[i] Valenzuela, Esteban. Adiós al Municipio o la fecundidad de una red de gobierno local. Revista Proposiciones 28, septiembre1998. Ediciones Sur. www.sitiosur.cl
[ii] Valenzuela, Esteban. Adiós al Municipio o la fecundidad de una red de gobierno local. Revista Proposiciones 28, septiembre1998. Ediciones Sur. www.sitiosur.cl
[iii] Valenzuela, fue alcalde de la comuna de Rancagua hasta 1998 y magíster en Ciancias Políticas UC, master en desarrollo Universidad de Winsconsin-Madison.
[iv] Salazar, Gabriel. De la participación ciudadana: Capital Social Constante y Capital Social Variable (explorando senderos trans –liberales. Revista Proposiciones 28, septiembre 1998. Ediciones Sur. http://www.sitiosur.cl/. Pág. 15
[v] Gumucio Parker, Cristián. Capital social y representaciones socioculturales juveniles: un estilo en jóvenes secundarios chilenos. Artículo incluido en Capital social y políticas sociales en Chile. Investigaciones recientes. Volumen II. John Durston y Francisca Miranda, Compiladores. Serie políticas sociales Nº55. Octubre de 2001. Versión pdf en http://www.eclac.cl/. Págs. 10 y 11.
[vi] Idem.
[vii] Idem.
[viii] Salazar, Gabriel. De la participación ciudadana: Capital Social Constante y Capital Social Variable (explorando senderos trans –liberales. Revista Proposiciones 28, septiembre 1998. Ediciones Sur. http://www.sitiosur.cl/. Pág. 8
[ix] Salazar, Gabriel. De la participación ciudadana: Capital Social Constante y Capital Social Variable (explorando senderos trans –liberales. Revista Proposiciones 28, septiembre 1998. Ediciones Sur. http://www.sitiosur.cl/. Pág. 15
[x] Salazar, Gabriel. De la participación ciudadana: Capital Social Constante y Capital Social Variable (explorando senderos trans –liberales. Revista Proposiciones 28, septiembre 1998. Ediciones Sur. http://www.sitiosur.cl/. Págs. 15 y 16
[xi] Salazar, Gabriel. De la participación ciudadana: Capital Social Constante y Capital Social Variable (explorando senderos trans –liberales. Revista Proposiciones 28, septiembre 1998. Ediciones Sur. http://www.sitiosur.cl/. Pág. 16
[xii] Hay que destacar en este sentido la propuesta del Ministerio de Planificación y de su división de planificación regional, para desarrollar planificación participativa a nivel local para el Diseño de un Plan de Desarrollo comunal. Si bien no considera el concepto de participación sustantiva, ni tampoco desarrolla los conceptos de Gobernanza ni de capital Social, ni tampoco de Desarrollo que nosotros planteamos, a primera vista parece un acercamiento funcional bien intencionado hacia la participación ciudadana enmarcada en un proceso de Planificación Estratégica Situacional. En http://www.mideplan.cl/. Documento en pdf. Año 2006. 29 páginas.
[xiii] El cuadro explicativo- que necesita un desarrollo conceptual más amplio- se dio en el desarrollo de una discusión respecto a Capital Social con compañeros en la Cátedra de descentralización y gestión local del Magíster de Políticas Sociales y Gestión Local.

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